modernidad como una "escalada a los extremos". Reivindicando el carcter antagnico de la cultura, consigna que estamos ante la victoria absoluta de la seduccin del objeto por sobre el sujeto y su deseo. Lo cultural, aun en sus aspectos mas obscenamente violentos, se presenta a travs de los medios como un espectculo continuo, predominantemente visual. Todo es transparente, todo puede verse, todo es efmero, se agota en el vrtigo de la mirada. En la sociedad moderna, como lo refiere Colette Soler, cada uno vale lo que tiene para vender, cada quin se procura un espacio donde exponer su saber o su saber-hacer para luego poderlo vender, la pluralidad de los saberes se cotizan en el mercado y marcan diferencias entre las personas, cuanto mas complicado o inaccesible es ese saber, mas alto el valor del mercado". En la postmodernidad se muestran los acontecimientos como anomalas sin consecuencias, que no dependen de ninguna ley. Eventos en los que coinciden causa y fin, hechos cerrados sobre s mismos, ininteligibles. No hay modo de conceptuar, la velocidad y cantidad de la informacin producen un abrumador efecto, donde el sentido escapa, huye de nuestra comprensin y donde pareciera, ya no ser importante. En ellas faltan las lneas de unin que marcan la incidencia del tiempo en la produccin de los sucesos. Aparecen rotundamente, de un solo golpe. La inmediatez de la catstrofe nos hunde en la indiferencia y la parlisis. A los psicoanalistas nos preocupan, en este fin de siglo, las "patologas del acto"(drogadiccin, alcoholismo). Esta destitucin de la palabra pone en jaque nuestro instrumento privilegiado. El "borramiento" que en la postmodernidad se impone sobre la funcin mediadora de la familia, cuya especificidad es establecer los primeros lazos afectivos y moderar, a travs del discurso que en ella se origina, la violencia que la cultura ejerce sobre el sujeto, esto produce efectos devastadores. La violencia reaparece en sus formas ms...