a salido del espacio expresivo del arte, mito y ritual bajo el dominio de individuos especialistas y carismticos para convertirse en parte de la vida diaria y de las prcticas comunes de la gente ordinaria, quienes antes estaban excluidas. La dispora moderna, ya sea voluntaria o forzada, se distingue a s misma de formas pasadas de emigracin en el sentido de que actualmente la imaginacin mediada por las masas frecuentemente trasciende las fronteras del espacio nacional, y las polticas de adaptacin, movimiento y regreso estn profundamente afectadas por imgenes, libretos, modelos y narrativas mediadas por las masas. Las esferas pblicas ya no son pequeas, marginadas o excepcionales. 2) Distincin entre imaginacin y fantasa Muchos crticos de la cultura de masas (Frankfurt School, Weber, Talcott Parsons, Edward Shils, Daniel Lerner, Alex Inkeles) describieron un mundo moderno basado en la racionalidad creciente, la religiosidad que disminuye, aumento en el consumo y la prdida de actividad, juego y espontaneidad. Appadurai indica que hay evidencia de que nuevas modalidades de religiosidad no han muerto, sino incluso han sido alimentadas por los medios y redes de comunicacin mundiales. Los crticos del discurso del “imperialismo e los medios” han demostrado que el consumo de los medios de comunicacin no necesariamente resulta en la pasividad, sino a menudo evoca resistencia y selectividad. Mientras la fantasa representa el concepto del “opio de las masas” implicando entonces pasividad y una “conciencia falsa”, la imaginacin es el preludio a la expresin, y especialmente cuando es colectiva, promueve la accin en vez de prevenirla. Entonces, “la imaginacin es hoy una base fuerte para la accin, y no solamente para el escape” (1996: 7). 3) Distincin entre el sentido de imaginacin del individuo y del colectivo La imaginacin es ahora propiedad del colectivo, creando “comun...